martes, 29 de octubre de 2013

La Ut GVVG contado por un Novato en UT






                            Gran Vuelta  al Valle del Genal.

                      A  la conquista del Molino del Capitán

 116 km con 12500 m de desnivel. Con la subida al molino del Capitán en el km 98 de carrera

Quería empezar a contar desde que se me pasó por la cabeza  hacer esta carrera, allá por el mes de mayo. Que una carrera como esta, necesita muchísimo tiempo de preparación y de reflexión. Pero han pasado tantas cosas en esta carrera, que si empiezo por ahí, necesitaría un libro, en lugar de una crónica.
Empezaré a contar, desde que a las 05:20h, en un lugar del valle del Genal, cuyo nombre es … Jubrique, se  se  abre el control de mochilas y el spiker pone la música a tope… Siiiii A las 05.20 de la mañana, música a tope en el centro del pueblo… ahhhh, si lo hacemos en Estepona…. Jijijiji. 


Entre los nervios y el madrugón, que Pedro había puesto el despertador a las 04:00 h, había dormido, 3 horas paso el  control de mochilas, cafelito para pasar los últimos nervios, y preparados para la salida. 

Llega el momento, abren el corralito de salida, los pelos se me ponen de punta, un sudorcillo frio recorre mi nuca… Lanzan fuegos artificiales, estoy muy emocionado, y no me lo puedo creer, donde estoy, donde me he metido. El spiker, no ayuda a que se me baje la emoción, es más la incrementa, (podéis ver esos momentos del spiker en youtube). Empieza la cuenta atrás ..10..9..8…. Un par de cohetes dan la salida en el 0.. Y allá vamos… Un pueblo entero en la calle nos despide a las 06:00h y un grito unánime, os esperamos a la vuelta. 

Una marea de lucecitas blancas, enfilan las calles de Jubrique en dirección a Pujerra . La lluvia nos acompaña en la salida y en los primeros kilómetros. Yo siguiendo los consejos de Antonio Tineo y de Pedro Jesus Dominguez , me olvido de todo y voy a mi ritmo. No quiero forzar,  que la carrera es muy larga y es el devenir de los kilómetros el que marcará en que grupo podré ir. Y  así lo estaba haciendo. Corría el llano, el poco que había, también en las bajadas, y las subidas con mucha tranquilidad para no cargar las piernas, como me había dicho Juan Ramón.

La lluvia desaparece y nos metemos en una niebla que,  siendo aun de noche, y que sólo voy iluminado por la luz del frontal, no se ve nada. Y así nos plantamos en la base del primer gran escollo de esta carrera. La subida, por el cortafuegos  del Jardón. Que nos llevaría a la altura máxima del recorrido 1.158m. Primer calentón, primer punto de control y primer avituallamiento. Pienso, ufff la subida más complicada ya está hecha (jajajajajaja, ahora se me va una carcajada, no me quedaba nada, y este cortafuegos, juego de niños).

Sin mucho más que pensar, correteamos 200m y, waaalaaaaa… aunque ya había hecho esa bajada, en un entrenamiento, por la noche impresiona más. Cuando ves las lucecitas rojas de tus compañeros, alliiii aaaabaaaajoooooo. Y el cartelito que hay a la derecha  no anima mucho, “Bajada Peligrosa”,  ayyyy madre, y esto acaba de empezar, que voy por el km 10 y me quedan 106.

Tras la bajada, del Jardón, entramos en el carril que nos conduce a la carretera de Pujerra, esta es una zona muy corrible y vamos rápido. Me asusto del ritmo que llevamos, que aún queda mucha carrera, y mucha cuesta.

La entrada en Pujerra, fue apoteósica, un montón de personas aplaudiendo, animando, dando ánimos, tanto es así que me creía que llegaba a la meta y que era el primero, vi un cinta de protección civil y me fui a por ella, pensando que era la meta, aysss que ilusión la mia, los bomberos me querían hacer el control antidoping, jejeeje.

La salida de Pujera, no fue menos, nos despedían como si fuésemos familiares suyos. Pufff, que personas tan amables, con lo temprano que era.  Me voy de allí, camino de Igualeja, con una sonrisa y con mucha alegría de ver lo bien que me habían tratado. 

El tramo que va a igualeja, comienza con una subidita, que se las trae, y como lo se, pongo mi marchita, tranquilito, sin castigar mucho los cuádriceps ni los gemelos, y pensando en la bajada tan divertida que venía luego. Es un cortafuegos dividido en dos tramos, y me tiro de cabeza, escucho un grito, ¡¡¡que te vas a destrozar las rodillaaass… ¡!! Pero es que esa bajada es para divertirse, y a que he venido yo? Sólo a sufrir? Nooo,  que tiene que existir momentos de diversión. ¡¡¡Que dos rampones de bajada!!!, ¡¡¡ que divertidos!!!. Ya concluida la diversión y en un tramito de asfalto llegando a Igualeja, saco mi planing, que la organización me envió, con el menú del siguiente avituallamiento, que detalle por su parte.

Flipaaaa, al igual que en Pujerra me encuentro un montón de voluntarios que gritan, animan, me tratan como si fuese una figura, un famoso, o yo que se… vamos que me vuelvo a tirar a las cintas de protección civil,… como si hubiese ganado la carrera, tanto animo que me dan que creo que he ganado otra vez la carrera. Pienso como esto sea en todos los pueblos a ver  quien es el guapo que abandona la carrera. A la salida, vuelven gritos y vitores… ojuu me siento importante.

Esto no decae, llego a Parauta y más de lo mismo, me estoy creciendo. Ya se como se siente los famosos, hasta los chiquillos de los pueblos te acompañan corriendo a tu lado los últimos metros del avituallamiento. Así no me pierdo. Aunque no sería por flechitas, como para equivocarse, no se si había alguna de, tira pal otro lado que por aquí no es, que sería la única que faltaría. 

Datiles, gominolas, frutos secos, agua e isotónica nos esperaban en Parauta, no si al final engordo en la carrera. Y eso que será en Cartajima, nuestro siguiente destino, es  donde nos van a dar de comer “solido”. 

De camino a Cartajima, vuelve a aparecer el agua, ummm con lo bien que estaba portándose el tiempo, que desde el Jardón no caía una gota. La lluvia no es muy intensa, pero cala. Y las piernas ya tienen casi 40 km. Empieza a rondar por la cabeza  la idea de que la cosa se puede poner fea.  El último kilómetro antes de llegar a Cartajima, tiene su dureza, y si le añadimos agua, la cosa se complica. Pero ya escucho los gritos, .. ¡¡¡que vienen más… ¡!! Aplausos, gritos… ofuuu que subidón me da. Las flechitas, puestas por la organización, y los chiquillos corriendo, me llevan a una avituallamiento que parece un buffet. 

Primera mala, malísima noticia del día, mi amiga Francisca Moreno, se ha resentido de su lesión y no puede continuar. Ha hecho los últimos km de la subida a Cartajima con muchísimo dolor, y tiene que abandonar. Pero a esa mala noticia, le va a acompañar una muy buena, un amigo suyo, llega y  sin saberlo se va a convertir en mi compañero de aventura hasta la línea de meta, Fernando Nadal.  

Queremos quedarnos un rato más con Paqui (Francisca Moreno) pero nos dice que está bien y que salgamos antes de enfriarnos más, que la lluvia no cesa, y el cuerpo se enfría rápidamente. Nos abre su mochila para que tomemos lo que necesitásemos.  Salimos camino de Juzcar, con los vítores de Cartajima y con el mal cuerpo de ver como una lesión puede dar al traste con toda tu preparación para una carrera. Pero seguimos… que los Pitufos nos esperan… Ritmo que este tramo es corrible 100 % y Juzcar es el único pueblo que nos recibe en bajada, jejejeje.

Al estar tan cerca Juzcar de Cartajima, este avituallamiento lo hacemos super rápido. Nos hacemos  la foto con los pitufos, que tenía preparada la organización, un poco de naranja y la subida de Faraján nos espera.
Los bomberos, que vuelvo a cruzármelos en este pueblo, me miran raro. Este es el que viene con copillas de más, pensarían. Pero se les va de la cabeza cuando llegan, el trio de chicas con el que nos cruzábamos constantemente y se les abrazan. Ya sabían que lo de la cabeza fatal es cosa de todos los que corremos, jejejejee. 

Aquí.  Sí,  aquí comienza la carrera. Hasta ahora, sólo era calentamiento. Ahora vienen la bajada camino de Faraján, la subida al pueblo, tremenda. La larguísima bajada de Faraján al genal, cruzar el genal y ver como está la primera parte de la subida a Alpandeire, que en verano, cuando pasé por allí, un escalofrío me recorrió el cuerpo. Este tramo como llueva lo voy a flipar. Y estaba lloviendo. A ver lo que me encuentro.
Uff, la subida está complicadilla, muy resbalosa. Aquí me dio un pajarón en agosto, tremendo. Me quedé sin fuerzas hoy voy mucho mejor. No hace calor, el tiempo se mantiene, y la lluvia viene a ratos. Al llegar a Alpandeire me da otro subidón. Más que nada, por no encontrarme demasiado cansado.  Miro el reloj y… 10 h. Llevo 10 h corriendo… se me han pasado “corriendo”.

El ambiente en los pueblos sigue siendo impresionante, me hacen sentir importante, genial. Caminado hacia las afueras de Alpandeire, recuerdo que el tramo siguiente no lo había reconocido en entrenamiento, así que caminamos hacia lo desconocido. Bajamos rápido, y el cielo se oscurece, se pone negro, y empieza a soltar agua, allááá vaaaaa … No recuerdo mucho de la hora siguiente, sólo recuerdo que el cielo tronaba y que el agua caía a saco. Menos mal que tengo ropa seca en Atajate. 

 Siiii… Mitad de carrera. Llego a Atajate Km 59.8 según el libro de ruta.

En Atajate nos esperan las mochilas, mi ropita seca, voluntarios ayudando con la comida (pasta con tomate y atún), café, cocacola , agua.. en fin…  unos manjares a esa altura de carrera. Es momento de … mirar como van los pies. Me había metido en la mochila, que dejé en Atajate, otras zapatillas por si mis pies iban mal. Pero aguantaban, me cambio de arriba abajo, estaba empapado. Son las 17.30h y según como quería yo ir, tendría que salir sobre 18.00h para intentar terminar en las 25 h. Me siento bien. Y animado.
Con mi cuerpo renovado, con comida en la barriga y mucho ánimo pongo rumbo a Benadalid, tras una pequeña bajada, aparece un majestuoso arcoíris doble a nuestras espaldas, me quedo fascinado mirándolo, y me saca de mi ensimismamiento Fernando,… escucho un "vaaaayaaaa teeeelaaaaa". Lo miro, y señalando hacia delante, vemos la sorpresita que nos aguardaba de camino a Benadalid. No puede ser,.. por ahí … por ahí hay que subir???... 

El sendero, por llamarlo de alguna forma, se inicia en la base de una montaña, de no más de 400 m.  Pero es casi totalmente vertical.  Encima, después del chaparrón, había dejado todo el terreno muy resbaladizo. No lo podemos pensar… allí no nos vamos a quedar, nos ponemos manos a la obra, y … digo manos… hay una valla que hace las veces de linde de terreno, a la cual nos aferramos para ir subiendo, agarrados a ella cual escalera de mano. Trepa que te trepa… hasta llegar a la cima, miro hacia abajo, y pienso, si me lo cuentan … no me lo creo.

Con el mal trago en el cuerpo, cruzo una carretera e inicio un descenso por una senda, que entra un pie, justito. Ya en un entrenamiento un mal paso llevo a una amiga (no digo el nombre pero muchos ya saben a quien me refiero Jijiiji) a un zarzal. En esta ocasión termino la senda sin el más mínimo incidente.

La noche se nos viene encima. La carrera cambia. Se hace la noche y junto con Fernando, decidimos no correr. Vamos bien de hora, y vamos a ser lo más conservadores posibles queremos reservar energías e ir juntos, el mayor tiempo posible, para intentar llegar a meta. A estas alturas, llegando a Benadalid, el cansancio empieza a pasar factura y los achaques aparecen.

En Atajate, Fernando ya había recibido una cura en el pie, por un problema de ampollas y en Benadalid recibe asistencia para sus gemelos. Aquí tenemos la primera tentación de quedarnos, nada más salir del avituallamiento, un local en fiesta… ummm  Nos quedamos??’ jejejeje.. Pues no.. continuamos… Que vamos en busca del caldito que nos tienen preparado en Benalauria.

Saliendo del pueblo, noto síntomas de hipotermia, mi cuerpo se ha enfriado. No me he puesto el abrigo y voy con un fino cortavientos, la camiseta la tengo empapada de sudor, y me entran temblores. No digo nada a Fernando, quiero continuar. Espero que poco a poco se vaya pasando. Aprieto mis manos al pecho, pero sigo sin entrar en calor. Tengo una prenda tubular que coloco en mi cuello y tapo mi boca, intento respirar aire caliente. Esto me alivia, y ya el esfuerzo que hacemos camino de Benalauria hace que deje de temblar.
Tenemos 6 km hasta benalauría, y voy pensando en tomar algo caliente. Me he asustado mucho con los temblores, ahora voy bien aunque empieza a molestarme la rodilla izquierda. A ver si pretendo hacer este kilometraje sin que me duela nada, jejejeje.

La subida a Benalauria, esos metros finales me dejan bastante cansado. Pero ya se escucha el ambiente en la calle, son las 20.15h  cuando entramos en el pueblo, nada más llegar nos ofrecen un caldo caliente con arroz, vuelven a dar café. El avituallamiento no es techado, es en la plaza del pueblo. Temo que como tarde en salir volveré a enfriarme y volverán los problemas.

 Llamo por teléfono para decir como voy y ver que hay un montón de personas que están siguiendo las noticias que van dando sobre mi. Por donde voy,  cuanto me queda. Me emociono muchísimo. Al encender el teléfono veo un montón de wassap de compañeros y amigos, siguiendo la carrera. Pufff… que emocionante. 


Hago un inciso en mi crónica. Animando a los organizadores a intentar ofrecer esta información en directo en su página web, donde se pueda seguir  a los participantes por los controles de paso. Dicho esto, continuo.


Me he detenido demasiado tiempo. Los temblores vuelven a aparecer. Pero a estas alturas lo último que pienso es en abandonar. Empiezo a meter prisa a Fernando, el pobre,¡¡¡ que paciencia!!!. Aquí se nos une YeYe, una chavala, de 65 años, que nos pone un ritmo que tenemos que ir diciéndole que pare. Que nos llevas asfixiados. 

Dos tramos cortos por delante, y misma táctica, no correr, caminar lo más deprisa que podamos, y mantenernos en nuestra hora prevista. Hacemos Algatocín, vamos a benarrabá y con el pensamiento ya en un tramo largo que separa Benarrabá de Gaucín. Ya había dicho a Fernando que tenía esos problemas de frio cuando nos deteníamos y los avituallamientos, los hicimos muy rápidos para no enfriarnos. Aprovecho el avituallamiento de Benarrabá para cambiarme y ponerme una camisa térmica de manga larga y quitarme la sudada.

Gaucin, la llave del éxito o el fracaso. km 93 de carrera.

En Gaucin es donde tenía claro que podría estar la clave de continuar o abandonar. Faltan 22 km y es el momento de hacer recuento. Los pies… empiezo a tenerlos adormilados, la rodilla me duele bastante. El problema del frio continúa, los hombros ya están muy cargados de llevar la mochila y la parte derecha de la espalda la tengo muy dolorida. Pero por lo demás,… estoy bien.

Empanada de atún, termino con los aminoácidos de marrano (un jamoncito recomendación de un trail running Málaga) Le meto mano a mis reservas de ensalada de pasta con arroz. Y la decisión está tomada, vamos para el molino del capitán.

¡¡¡ Que bonita es la ignorancia!!!. 

La bajada de Gaucin es interminable, eseeee pedregaaaal, eso termina de rematar mi rodilla, y los pies de Fernando. A ver si termina de una puñetera vez la bajada que nos está machacando. Para que hablamos? , llegamos a la base del molino del capitán. Miro la hora, las 04.30 h. Bueno las 05.30 pero con el cambio de hora son las 04.30h. Perfecto, allí nos están esperando un retén de bomberos y voluntarios para darnos un poco de agua. Y decirnos, es por allí. Por dooodeeeee???... veis esos puntitos rojos allí arriba??? Pues por allí. Pero…. Por donde se sube?? Pués por ahí… por ahiiiiiii????? Si.  Era por ahí. Un repecho impresionante nos recibe, luego un falso llano de, 1km y el señor capitán se manifiesta.

Se acabó la hipotermia, llega la hipertensión…la pendiente es de las que hacen mítica a una carrera, la longitud de la subida de las que desaniman a los prudentes, y la fuerza de voluntad para subirlo, sólo para los UTGVVG. Si a esto unimos que es el km98… Esta subida, sin duda, ha marcado la carrera, no puedes creerte que no se acaba. No hay forma de mantener el equilibrio quieto, tienes que agarrarte a los árboles, encima la noche no ayuda y el frio sigue presente.

 Fernando y yo nos abrazamos dos veces, pensando que habíamos concluido la subida, y no era así. A la tercera, y con la máxima prudencia de asegurarnos que era la cima, nos emocionamos. Cuanta emoción en esta carrera, Veeeegaaaaaaa.. que esto ya está. Nos animábamos, más que nada para soltar la tensión de la subida. Ya no cabe el abandono, ya no cabe otro pensamiento en nuestra cabeza que ser Finisher.
La larga bajada por carril antes de afrontar la subida a Genalguacil hace estragos. Ese subidón de entusiasmo en la cima del Capitán, pasa a una larga monotonía de bajada tediosa, y ya con la mente puesta en Genalguacil.

La mente, la cabeza, el pensamiento empieza a dibujar en mi cabeza cosas que no existen. Las sombras dibujan figuras, los arbustos se asemejan a animales, definitivamente, estoy agotado. Y la luz del frontal, es insuficiente para despejar mi cansancio mental. Pero por suerte, la noche empieza a tener su fin, despunta el día. Un día radiante, una luminosidad empieza a inundar el valle por el que transitamos. La cabeza empieza a despejarse, el  ánimo lo recobro, las fuerzas por desgracia no.

Fuerzas que me han abandonado, la rodilla que no cesas en reclamar descanso, los pies no responden bien, y se inicia la subida de Genalguacil. No hay marcha atrás … ya si o si.. voy a conseguir terminar. Con un esfuerzo titánico llego a Genalguacil. Fernando también parece cansado, y dolorido. Pero como  disimula.

¡¡¡Estooo ya está!!!... ¡¡Pues no!!. Aún nos queda la bajada por un pedregal hasta el rio y subir con todo lo que podamos a Jubrique.  En la subida nos recibe Jose Juarez, que nos va animando en los metros finales, metros muuuy emotivos, metros que no se olvidan. Metros jalonados por los aplausos y muestras de admiración de una multitud de personas que esperan a los corredores, muchas horas después de que ya hayan finalizado los primeros.

Esto, no sólo ha sido una carrera, ha sido una vivencia, un conocer hasta donde se puede pedir al cuerpo, ha sido algo fantástico.







3 comentarios:

  1. De nuevo darte la enhorabuena Juanjo, un estreno un poco heavy.

    ResponderEliminar
  2. Ole, ole y ole. Una crónica preciosa y excitante como la experiencia que has tenido que vivir. No me cansaré de repetirlo, ENHORABUENA. eres todo un campeón...

    ResponderEliminar
  3. increible cronica Juanjo....¡¡¡enhorabuena¡¡¡¡ uno se pone en la medida de lo posible en el pellejo...pero es imposible....leyendo lo que has escrito....te das cuenta que hay que estar ahi.... de nuevo enhorabuena¡¡¡¡ muchas felicidades por la recompensa a tanto esfuerzo y que lo disfrutes....que esto es muy GRANDE¡¡¡ lo que habeis hecho¡¡¡ un abrazo campeon¡¡¡¡

    ResponderEliminar